Comienza por asomarse el amanecer, una noche bebiendo ese estimulante preparado a base de sacarina, saborizante, canela y unos mililitros de leche fresca.
Leyendo, subrayando, transcribiendo y analizando, todo eso para plasmarlos en unas hojas las cuales según las ideas correctas se evalúan con una numeración
Los ojos pesan, el corazón se acelera, la coordinación corporal falla, un bostezo cada cinco minutos y aún quedan dieciséis horas para estar entre las sábanas de algodón.
Mientras todos presurosos, se arreglan para llegar a tiempo a sus destinos, es un ir y venir, pasos acelerados se escuchan sin parar. Justo a las siete se puede apreciar la calma.
Un canino alborotado con sus juguetes gruñendo y mordiendo cada que se le aparece en su camino. El segundero del reloj y las aves en las afueras es lo único que se alcanza a escuchar.
Pocas veces se pueden presenciar momentos así con tanta detención, es por eso que trato de disfrutarlos, tanto los enojos y regaños que se puedan sucitar cada día al despertar.
Leyendo, subrayando, transcribiendo y analizando, todo eso para plasmarlos en unas hojas las cuales según las ideas correctas se evalúan con una numeración
Los ojos pesan, el corazón se acelera, la coordinación corporal falla, un bostezo cada cinco minutos y aún quedan dieciséis horas para estar entre las sábanas de algodón.
Mientras todos presurosos, se arreglan para llegar a tiempo a sus destinos, es un ir y venir, pasos acelerados se escuchan sin parar. Justo a las siete se puede apreciar la calma.
Un canino alborotado con sus juguetes gruñendo y mordiendo cada que se le aparece en su camino. El segundero del reloj y las aves en las afueras es lo único que se alcanza a escuchar.
Pocas veces se pueden presenciar momentos así con tanta detención, es por eso que trato de disfrutarlos, tanto los enojos y regaños que se puedan sucitar cada día al despertar.